Nelson Mandela es ampliamente reconocido por su incansable lucha contra el apartheid en Sudáfrica y su trabajo en pro de la convivencia y la reconciliación en un país profundamente dividido por décadas de segregación racial.
Después de pasar 27 años en prisión por su activismo contra el régimen de apartheid, Mandela emergió como un símbolo de unidad, siendo el primer presidente electo de Sudáfrica libre.
Su visión de una Sudáfrica democrática y libre de discriminación racial inspiró a millones de personas en todo el mundo Como reconocimiento a su trabajo por la paz, la convivencia y el respeto recibió el Premio Nobel de la Paz en 1993; en 2009 la ONU declaró el 18 de julio (fecha del nacimiento de Mandela) como el Día de Nelson Mandela con el objetivo de invitar a todas las personas del mundo a hacer pequeñas contribuciones para mejorar su entorno porque todos tenemos “la capacidad y responsabilidad de forjar un mundo mejor”.
Además, el 24 de septiembre de 2018, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ―a través de la resolución A/RES/73/1― decidió proclamar que el período de 2019 a 2028 se conocería como Decenio por la Paz Nelson Mandela, instando a todos los Estados Miembros a redoblar esfuerzos por lograr la paz y la seguridad internacional, como el desarrollo y los derechos humanos.
Nelson Mandela en pro de la convivencia
Uno de los aspectos más destacados del trabajo de Mandela en pro de la convivencia fue su liderazgo durante el proceso de transición de Sudáfrica hacia la democracia. En lugar de buscar venganza y mantener el odio contra sus opresores, abogó por la reconciliación y la coexistencia pacífica. Promovió la Comisión de Verdad y Reconciliación, presidida por Desmond Tutu, que permitió a las víctimas y promotores del apartheid compartir sus experiencias y buscar la reconciliación.
Una de las formas con las que consiguió unir a su país fue a través del rugby, uno de los deportes con más seguimiento en Sudáfrica, cuya selección estaba integradas por jugadores de raza blanca (la famosa película Invictus, narra con gran detalle como en el mundial de rugby celebrado en el país en 1995 consiguió unir a los negros y blancos en torno a la selección sudafricana).
El himno sudafricano ejemplo de integración
También el himno sudafricano es un ejemplo de integración racial: creado en 1997 bajo el gobierno de Mandela, proviene de la fusión del antiguo himno nacional Die Stem van Suid-Afrika y la canción bantú Nkosi Sikelel iAfrika; su letra contiene partes en los idiomas más hablados del país: xhosa, zulú, sosotho, afrikáans e inglés.
Mandela fue un defensor infatigable de los derechos humanos y la igualdad racial. Trabajó incansablemente para promover la inclusión y la justicia social en Sudáfrica y en todo el mundo. Su ejemplo de perdón, tolerancia y respeto mutuo continúa siendo una inspiración para las generaciones presentes y futuras.
La contribución de Nelson Mandela a la paz es innegable y de gran magnitud. Su liderazgo ejemplar y su compromiso con la justicia social y la reconciliación fueron fundamentales para la transformación de Sudáfrica y para inspirar movimientos pacíficos en todo el mundo.
Su vida y sus acciones demuestran que el cambio pacífico y la reconciliación son posibles incluso en los contextos más difíciles.
“La paz no es simplemente la ausencia de conflicto; la paz es la creación de un entorno en el que todos podamos prosperar, independientemente de raza, color, credo, religión, sexo, clase, casta o cualquier otra característica social que nos distinga”
— Nelson Mandela en la “Convención mundial sobre la paz y la no violencia” en New Delhi (31 enero 2004)
