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Nosotros la entendemos como la coexistencia de todos los individuos dentro de una misma sociedad, yendo mucho más allá de familiares y allegados. La sociedad la conformamos todos, como padres, hijos, hermanos, compañeros de trabajo, clientes, profesores y alumnos que somos. Para que esta funcione y exista una óptima convivencia social, cada uno de nosotros tenemos la responsabilidad de aprender a relacionarnos con las personas que nos rodean, siempre con respeto, tolerancia, compromiso, solidaridad y empatía. 

Es importante que todos sigamos una serie de normas y tengamos unos valores determinados para alcanzar la una convivencia social armónica. Algunos de los más representativos son: 

• Tolerancia. ¿Qué más da si tenemos diferencias culturales, religiosas, sexuales o de estilo de vida? En la actualidad, nos enfrentamos a una falta de tolerancia muy grande que nos lleva a discriminar y juzgar a otras personas que no son como nosotros. Si no aprendemos a respetar y a tolerar, no podremos convivir entre nosotros en armonía.


• No violencia. Día tras día vemos alrededor del mundo conflictos, peleas, odio y discusiones entre ciudadanos, que en muchos casos llegan a un punto muy preocupante. ¿Por qué no evitamos estas situaciones y dialogamos, negociamos y mediamos entre nosotros? Es el primer paso para avanzar y crecer como sociedad.
  


• Corresponsabilidad. Cada uno de nosotros tenemos el poder de cambiar ciertos aspectos que nos rodean. Si nos unimos, los cambios pueden ser mucho mayores. Por eso, abogamos por trabajar juntos y remar en la misma dirección para obtener los mejores resultados. Esto es, precisamente, lo que buscamos en Fundación Torres y Prada y el motivo por el que te animamos a formar parte de nuestra familia.