“La objetividad, un argumento para obligar” de Humberto Maturana

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El libro “La objetividad, un argumento para obligar” de Humberto Maturana nos ofrece valiosas enseñanzas que pueden contribuir a una convivencia armónica.

Es una obra que invita a la reflexión profunda sobre cómo percibimos y nos relacionamos con el mundo y con los demás. A través de sus páginas, Maturana nos desafía a reconsiderar nuestras nociones de realidad y objetividad, y nos ofrece herramientas valiosas para mejorar nuestra convivencia. Es una invitación a mirar la objetividad desde otra perspectiva, como la de su no existencia.

Uno de los puntos centrales del libro es la idea de que la objetividad, tal como la entendemos comúnmente, es una ilusión. Maturana argumenta que nuestras percepciones están siempre mediadas por nuestras experiencias y emociones, lo que significa que no existe una única realidad objetiva. Sugiere que la observación es el punto de partida para entender que la realidad y la razón son usadas como argumentos relacionales en nuestro convivir humano. Esto nos enseña a ser más conscientes de nuestras propias percepciones y a respetar las de los demás.

Objetividad tradicional y constitutiva para Maturana

Maturana distingue dos tipos de objetividad: la transcendental o sin paréntesis, típica del pensamiento occidental tradicional y la constitutiva o con paréntesis.

          En la primera, la realidad existe como una entidad separada del observador, al margen del mismo y es susceptible de ser percibida objetivamente, sin que intervenga la percepción del observador, lo que lleva a pensar que solo existe una realidad y se niega la posibilidad de otras visiones del mundo. En la observación no intervienen las emociones, solo se produce una explicación racional sobre el mundo y la sociedad.

          Mientras en la objetividad constitutiva, la realidad es percibida por cada observador en función de su carácter biológico, por tanto, no hay una única realidad, todos los puntos de vista son igualmente legítimos.

          El autor nos insta a aceptar y respetar las diferencias. En lugar de imponer nuestra visión del mundo a los demás, debemos aprender a escuchar y valorar las perspectivas ajenas. Esta actitud de respeto y aceptación es fundamental para construir relaciones saludables y una convivencia armoniosa.

La importancia de las emociones

Maturana destaca la importancia del lenguaje y las emociones en la construcción de nuestra realidad. Vivimos en el lenguaje, y a través de él, damos forma a nuestras experiencias y relaciones. Reconocer el papel central de las emociones en nuestras interacciones nos permite ser más conscientes de cómo nuestras palabras y acciones afectan a los demás. Reconocer y gestionar nuestras emociones, así como comunicarnos de manera efectiva, son claves para una convivencia pacífica.

La Convivencia como un acto de creación conjunta

Maturana matiza que la convivencia no es simplemente coexistir, sino un acto de creación conjunta. Al interactuar con los demás, estamos constantemente construyendo y reconstruyendo nuestras realidades compartidas. Esta visión nos anima a ser más proactivos en la creación de entornos de respeto y colaboración.

Nos invita a reflexionar sobre cómo aceptamos o rechazamos a los demás. Entender que cada persona tiene su propia perspectiva y que no existe una realidad universal que deba ser aceptada por todos nos ayuda a ser más tolerantes y abiertos al diálogo.

          En definitiva, “La objetividad, un argumento para obligar” es una obra que nos desafía a repensar nuestras concepciones de realidad y objetividad, promoviendo el respeto, la aceptación y la colaboración. En un mundo cada vez más interconectado y diverso, estas lecciones son más relevantes que nunca.

Para aquellos interesados en profundizar en estos conceptos, el libro de Maturana es una lectura imprescindible que ofrece una nueva perspectiva sobre cómo podemos vivir juntos de manera más armoniosa y significativa.