El acoso (bullying) es como denominamos en la actualidad al maltrato físico o verbal abusivo, desigual y continuado, entre escolares, entre profesores y alumnos y viceversa.
Una escuela está formada a partir de la sociedad y a la vez expresa sociedad, es una pequeña comunidad en la que se dan los distintos tipos relacionales de nuestro vivir. De modo que, lo que se habla en una escuela es el reflejo del lenguaje particular de interacciones sociales.
En el acoso escolar o bullying exhibe falta de respeto a la diversidad y a la diferencia de competencias, haciendo uso y abuso de la palabra y la fuerza, cerrando cualquier opción de comprensión y compasión al otro/a que tiene igual dignidad y derechos.
Para evitar estas situaciones, es básico vivir en Convivencia Armónica. Es clave la educación en la familia y en la escuela, así como el ejemplo que da la sociedad en sus diversos espacios relacionales desde el respeto a la dignidad del otro/a y al reconocimiento del otro como legítimo, sea en medios públicos o privados.
Pero ¿cuáles son las estrategias de interrelación humana que debemos promover entre los alumnos para crear una Convivencia Armónica real dentro de las aulas?
Implementar un sistema de convivencia no es sencillo, es una tarea tan compleja como necesaria y vital. Es una labor de todos juntos, sin excepciones.
Abrir espacios de conversación inclusivos, en los que se permita la participación de todos/as, que no se mire para otro lado, evitando implicarse. Se ha de hacer partícipe a todo el que esté implicado en la vida del niño/a: familia, profesores y otros miembros del centro educativo, tutores, etc.
El diálogo y la discusión deberán prevalecer siempre sobre la sumisión y el acatamiento, dedicando el tiempo que sea necesario a reflexionar sobre cualquier tipo de impulso negativo o acto violento, de forma participativa y dejando aparecer al otro/a. Escuchar al otro/a desde el respeto mutuo a la dignidad individual del ser humano que somos cada uno.
Solo afrontando el conflicto a través del diálogo y del respeto hacia los demás, evitaremos el odio, la frustración, la violencia y las conductas impulsivas negativas en general. En Fundación Torres y Prada, promovemos el uso de la escucha activa, la empatía y la asertividad de todos los agentes del espacio relacional para alcanzar soluciones pacíficas de los conflictos y con ello vivir y convivir en armonía.
Creando proyectos inclusivos, motivadores y con objetivos comunes también daremos paso a la cooperación, colaboración e incluso a la amistad.
Aprendemos a convivir a través de la interacción, de la interrelación, del diálogo, de la discusión, de la reflexión, de la solidaridad y del acuerdo. Aprendemos a convivir, en definitiva, conviviendo.
Una convivencia, por supuesto no ajena de conflicto, pero sí contraria a la violencia, donde el conocimiento y las aptitudes de cada uno salgan siempre reforzados y sirvan para afrontar tanto dificultades como obstáculos sociales, en pos de la igualdad de derechos entre todas las personas. Asentando así las bases para competir en el futuro de forma sólida en un mundo cambiante, donde deberemos ser capaces de realizarnos en distintos entornos y ser competentes en diversos ámbitos, mediante el trabajo en equipo y no privilegiando el éxito individual.
Deberemos, por tanto, potenciar el diálogo, fomentar la confianza y aprender a respetar nuestro entorno si queremos formar a las nuevas generaciones dentro de la diversidad y del respeto hacia el otro/a.
En Fundación Torres y Prada tenemos una profunda vocación de ayudar a los demás. Mediante nuestro servicio de acción social, realizamos apoyos educativos para el fomento de la Convivencia Armónica y para la mejora de las condiciones de vida de las personas dentro de diferentes áreas, como las de salud, educación y ciencias sociales.
Si estáis interesados en organizar un curso, una charla, una ponencia u os gustaría desarrollar un espacio de reflexión que ayude a fortalecer la Convivencia Armónica dentro de vuestro ámbito laboral o educativo, no dudéis en contactarnos.
